Un hombre emprende un viaje desde el pueblo de la IGNORANCIA, en donde vivía, hacia el pueblo de la SABIDURIA. Pero no conoce la ruta. Decide ir preguntando a cada peregrino que encuentra en su camino cuánto le falta para llegar a su destino. Cada uno, si bien coincide en darle la misma dirección a seguir, termina contestándole: "¿Cuánto?, no lo sé. Preguntale al próximo". Y así se llevó varios años de su vida caminando y persistiendo en su única pregunta: "¿Cuánto me falta para llegar a Sabiduría?".
Un día, ya transformado en un asceta, se topó en el camino con un anciano de barba frondosa y ojos profundos, que descansaba bajo la sombra de un sauce capeando el despiadado sol.
-El hombre se acerca al anciano con ansiedad y realiza su habitual interrogante: "¿Cuánto me falta?".
-El anciano, arrancado de su meditación, respondió: "Hasta aquí ha llegado tu búsqueda."
-Es decir, que ¿aquí está Sabiduría? preguntó excitado el hombre.
-"No me has entendido";
lo que te quiero decir es que "HAS AGOTADO TUS PREGUNTAS", sentenció el sabio.
CLM
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