Humor y Derecho, por Luis Tejeda Oliva
Lesiones Que Hacen Revivir El Amor.
"Quien Te Quiere Te Aporrea".
Desistimiento.-
S.J.L. de P. Local.-
Amalia Latorre, labores de casa, domiciliada en Balmaceda 3033 de esta ciudad, a US. digo en la denuncia contra Fermín Latorre.
Soy casada desde hace diez años con mi primo Fermín Latorre, pequeño agricultor, de igual domicilio. Fui víctima de algunas lesiones que me infirió mi marido, que no tuvieron, felízmente mayores consecuencias; pero, herida en lo más profundo de mi alma, me apresuré, quizás con ligereza, a denunciar el hecho al Juzgado de Policía Local, perturbando con esto la serena filosofía que preside las audiencias del Tribunal.
Mi marido obró, en realidad, fuera de sus sentidos, pues -como un anuncio de la primavera. bebió algo más de la cuenta, para celebrar el temprano florecer de los duraznos, augurio de una abundante cosecha. Pasada la ebriedad de mi marido y pasado también el dolor de los golpes que me propinó, ha vuelto la paz al hogar, y la reconciliación ha sido como un despertar del amor y casi me atrevería a decir, como una nueva luna de miel, después de monótonos diez años de matrimonio.
En esta situación, sería impropio de mi parte mantener esta denuncia, ya que a ratos llego a creer que fue la Divina Providencia la que eligió este camino para hacer revivir el amor que languidecía. Además, mi marido me ha prometido no volver a beber ni siquiera para las Fiestas Patrias, con lo cual mi integridad física queda a salvo.
POR TANTO, A US.Ruego: tenerme por desistida de mi denuncia y ordenar se archiven los antecedentes, dejando sin efecto las citaciones decretadas.
"Quien Te Quiere Te Aporrea".
Desistimiento.-
S.J.L. de P. Local.-
Amalia Latorre, labores de casa, domiciliada en Balmaceda 3033 de esta ciudad, a US. digo en la denuncia contra Fermín Latorre.
Soy casada desde hace diez años con mi primo Fermín Latorre, pequeño agricultor, de igual domicilio. Fui víctima de algunas lesiones que me infirió mi marido, que no tuvieron, felízmente mayores consecuencias; pero, herida en lo más profundo de mi alma, me apresuré, quizás con ligereza, a denunciar el hecho al Juzgado de Policía Local, perturbando con esto la serena filosofía que preside las audiencias del Tribunal.
Mi marido obró, en realidad, fuera de sus sentidos, pues -como un anuncio de la primavera. bebió algo más de la cuenta, para celebrar el temprano florecer de los duraznos, augurio de una abundante cosecha. Pasada la ebriedad de mi marido y pasado también el dolor de los golpes que me propinó, ha vuelto la paz al hogar, y la reconciliación ha sido como un despertar del amor y casi me atrevería a decir, como una nueva luna de miel, después de monótonos diez años de matrimonio.
En esta situación, sería impropio de mi parte mantener esta denuncia, ya que a ratos llego a creer que fue la Divina Providencia la que eligió este camino para hacer revivir el amor que languidecía. Además, mi marido me ha prometido no volver a beber ni siquiera para las Fiestas Patrias, con lo cual mi integridad física queda a salvo.
POR TANTO, A US.Ruego: tenerme por desistida de mi denuncia y ordenar se archiven los antecedentes, dejando sin efecto las citaciones decretadas.
1 comentarios:
Que bonito encontrar un escrito de mi abuelo.
Saludos.
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