El Secreto (Eduardo Galeano)

Pizarro marcha rumbo al Cuzco. Encabeza, ahora, un gran ejército. Manco Cápac, nuevo rey de los incas, ha sumado miles de indios al puñado de conquistadores. Pero los generales de Atahualpa hostigan en avance. En el valle de Xaquixaguana, Pizarro atrapa a un mensajero de sus enemigos. El fuego lame las plantas de los pies del preso.
-¿Qué dice ese mensaje?
El chasqui es hombre curtido de trotes de nunca acabar a través de los vientos helados de la puna y los ardores del desierto. El oficio lo tiene acostumbrado al dolor y a la fatiga. Aulla, pero calla. Después de muy largo tormento, suelta la lengua:
-Que los caballos no podrán subir las montañas. -¿Qué más? -Que no hay que tener miedo. Que los caballos espantan, pero no hacen mal.
-¿Y qué más? Lo hacen pisar el fuego.
-¿Y qué más? Ha perdido los pies. Antes de perder la vida, dice:
-Que ustedes también mueren.
-¿Qué dice ese mensaje?
El chasqui es hombre curtido de trotes de nunca acabar a través de los vientos helados de la puna y los ardores del desierto. El oficio lo tiene acostumbrado al dolor y a la fatiga. Aulla, pero calla. Después de muy largo tormento, suelta la lengua:
-Que los caballos no podrán subir las montañas. -¿Qué más? -Que no hay que tener miedo. Que los caballos espantan, pero no hacen mal.
-¿Y qué más? Lo hacen pisar el fuego.
-¿Y qué más? Ha perdido los pies. Antes de perder la vida, dice:
-Que ustedes también mueren.
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